Belisa Crepusculario observa al
Coronel un tanto curiosa por la seguridad que expresaba creyendo que con aquel
discurso las personas lo adorarían. Finalmente, le dice:
- “Coronel, le advierto algo”- realiza
una pausa- “el hecho de haber escrito un buen discurso, no garantiza que vaya a
tener éxito como candidato”.
- ¿Qué quiere decir?- pregunta el
coronel un poco preocupado- ¿Cómo es eso que no voy a tener éxito?
- Me refiero a que un discurso es más
que un conjunto de palabras y frases entrelazadas. Las palabras pueden llevarlo
al éxito o al fracaso dependiendo de cómo las utilice y a quienes se dirija.
Por eso le advierto, si de verdad quiere alcanzar el éxito, debe saber cómo
emplear muy bien estas palabras que le estoy vendiendo.
El coronel un tanto asustado le
pregunta a Belisa- Y ¿cómo puedo saberlo?
- Coronel- contesta la mujer y, como
si estuviera ocultando algo se le acerca y le susurra algo al oído.
De repente, el Coronel se aleja
asustado de Belisa Crepusculario quien no dejaba de mirarlo fijamente emitiendo
un sonido extraño a través de su boca.
Casi siempre, los momentos de crisis
nos hacen reflexionar y querer buscar una solución, un cambio y en ese instante
es cuando nos desviamos del camino que veníamos siguiendo y que nos mantenía en
un estado de miseria.
Una vez que salimos de ese recorrido
nos damos cuenta de que las oportunidades pueden llegar sin avisar, o como
dicen, “cuando menos las esperas”. Sólo es cuestión de aprovecharlas: en este
caso Belisa Crepusculario se da cuenta de que las palabras pueden ser comercializadas
y decide “vender palabras”.
Mientras recorremos el nuevo camino
pueden ocurrir acontecimientos inesperados y/o misteriosos que nos pueden
desvariar de la rutina y conocer otra forma de vida y de pensar: en el texto,
Belisa Crepusculario se encuentra con el coronel y el mulato y, aquel le pide
que le haga un discurso para hacerse presidente.
Las palabras pueden influir sobre las
personas según el significado que tengan. No importa tanto las palabras por sí
solas, sino, más bien, la interpretación que hacemos de ellas. Dar un buen
discurso significa utilizar las palabras adecuadas, además de otras variables:
Las palabras del discurso de Belisa Crepusculario habían causado gran sensación
entre los presentes en la sala.
Dependiendo de cómo usemos las
palabras, dependiendo de la finalidad para la cual las empleemos, éstas pueden
causar efectos beneficiosos o, por el contrario, pueden causar daño a la
persona que las utiliza:
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