domingo, 31 de agosto de 2014

¿Amor onírico o real?

Soñé que me enamoré otra vez. 

Ya nos conocíamos. Sólo dejamos de hablarnos por un tiempo, un tiempo de espera, de olvido y desamor.

Estábamos en un parque para adultos, pero éstos no se divertían, no jugaban, ni reían. Se habían acostumbrado a permanecer quietos. 

A mi alrededor, pequeñas tiendas vendían o regalaban recuerdos (quizá míos) y pequeños objetos con algún significado especial. Mi hermana me acompañaba y decidió permanecer en las tiendas.

Vi una silueta conocida. Recordé la primera vez que nos conocimos, sin embargo, algo cambiaba, sus rasgos, expresiones, su tacto. Era diferente, era mi pasado y a la vez mi presente.

De cabello oscuro y piel pálida, sus ojos como cristales brillaban al verme. Su mirada me invitaba a que permaneciera a su lado para hacerle compañía. 

Parecía real y a la vez una ilusión. Me perdí en su mirada y me robó un suspiro. Me dejé llevar por sus palabras y movimientos, con ganas de que se quedara conmigo.

Mi abrí a las posibilidades que me ofrecía, a lo incierto y excitante. A pesar de los nervios y el miedo a perder, seguí a su lado.

Caminamos hacia un lugar desconocido en el servían exquisitos platos japoneses. Había reservado una mesa para estar conmigo. Sin saber qué decir o hacer, el tiempo se detuvo y nuestras miradas se encontraron.

Por alguna razón le pregunté si esperaba a alguna persona en particular y simplemente me respondió "a quien desee acompañarme", sonriendo confidencialmente.

Me miraba como si desde hace mucho tiempo deseara verme. No existen palabras para describir la emoción que sentí en aquel momento ¿Realmente le conocía o era otra persona completamente diferente?. 
Física y emocionalmente atractiva, hermosa e inusual.

Denotaba lo que alguna vez viví, lo que alguna vez sentí y lo que no conocía actualmente.

Me miraba, me sonreía y de pronto desvaneció el momento dando paso a un nuevo amanecer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario