domingo, 3 de enero de 2016

Cómo atraer a una persona en 5 pasos


  1. Hazte notar. Para llamar la atención de una persona debes marcar la diferencia entre el resto. Por ejemplo, salúdala de manera más amistosa que a los demás o ayúdala en algo que necesite. 
  2. Persiste. La persistencia lleva a la obtención de resultados, independientemente de lo que quieras lograr. En este caso, repite la el paso número uno cada vez que la veas.
  3. Cambia. Persistir es bueno, pero caer en una rutina puede hacer que esa persona se aburra. Por tanto, lo mejor que puedes hacer es cambiar tu manera de hacerte notar. Si hoy le escribes, mañana llámala. 
  4. Céntrate en ti. Prestar atención a otra persona puede hacer que nos olvidemos de nosotros mismos inconscientemente. Esto no es atractivo. Es importante que te centres en tus proyectos personales y pasar tiempo contigo mismo.
  5. Rompe esquemas y no esperes nada. Con esto me refiero a que cuando menos te los esperas, pasa aquello que tanto anhelabas. En las relaciones interpersonales es igual. Lo mejor sucede cuando no generas expectativas de lo que pueda pasar. 

Por tanto, cuando no esperas algo a cambio pueden suceder dos cosas:

  1. Atraes a la persona que te interesa.
  2. Obtienes más indiferencia de esa misma persona

Si ocurre lo primero, genial, eso significa que lograste tu objetivo. De lo contrario, no te preocupes, velo como una experiencia de aprendizaje en tu vida. Por alguna razón, a veces es bueno no obtener lo que se quería en un principio.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Sentimientos: Pasado y Presente

Ella. Fue la primera vez que sentí que me atraía alguien realmente.

Su mirada no dejaba de verme y eso me estremeció totalmente. Quería más.

Es como si perdieras el rumbo y comenzaras una adicción.

Me di cuenta de que no todo es contacto físico.

No fue amor inteligente, sino amor pasional.

No sé si me he enamorado profundamente pero lo que he vivido es para mí lo más parecido al amor.

Sin expectativas? Imposible. Espero al menos que sea recíproco.

Me captó su determinación en hacer las cosas. Sólo que sin pensarlo me dejé llevar por lo que sentía y terminé decepcionada por mi falta de racionalidad.

Insistir  no siempre significa avanzar. Sin embargo, desistir puede romper corazones.

Que por qué me gustas? Porque lo que conozco de ti, me complementa.

Complementariedad es amor? No, pero no sólo se vive de amor.

Si no es posible, la amistad siempre es bienvenida.

Que hayas coincidido en mi vida es lo que me aferra a no dejarte ir.

Amar es cuidar de una flor y no dejarla morir. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

La vendedora de palabras



Belisa Crepusculario observa al Coronel un tanto curiosa por la seguridad que expresaba creyendo que con aquel discurso las personas lo adorarían. Finalmente, le dice:

- “Coronel, le advierto algo”- realiza una pausa- “el hecho de haber escrito un buen discurso, no garantiza que vaya a tener éxito como candidato”.

- ¿Qué quiere decir?- pregunta el coronel un poco preocupado- ¿Cómo es eso que no voy a tener éxito?

- Me refiero a que un discurso es más que un conjunto de palabras y frases entrelazadas. Las palabras pueden llevarlo al éxito o al fracaso dependiendo de cómo las utilice y a quienes se dirija. Por eso le advierto, si de verdad quiere alcanzar el éxito, debe saber cómo emplear muy bien estas palabras que le estoy vendiendo.

El coronel un tanto asustado le pregunta a Belisa- Y ¿cómo puedo saberlo?

- Coronel- contesta la mujer y, como si estuviera ocultando algo se le acerca y le susurra algo al oído.

De repente, el Coronel se aleja asustado de Belisa Crepusculario quien no dejaba de mirarlo fijamente emitiendo un sonido extraño a través de su boca.

domingo, 31 de agosto de 2014

¿Amor onírico o real?

Soñé que me enamoré otra vez. 

Ya nos conocíamos. Sólo dejamos de hablarnos por un tiempo, un tiempo de espera, de olvido y desamor.

Estábamos en un parque para adultos, pero éstos no se divertían, no jugaban, ni reían. Se habían acostumbrado a permanecer quietos. 

A mi alrededor, pequeñas tiendas vendían o regalaban recuerdos (quizá míos) y pequeños objetos con algún significado especial. Mi hermana me acompañaba y decidió permanecer en las tiendas.

Vi una silueta conocida. Recordé la primera vez que nos conocimos, sin embargo, algo cambiaba, sus rasgos, expresiones, su tacto. Era diferente, era mi pasado y a la vez mi presente.

De cabello oscuro y piel pálida, sus ojos como cristales brillaban al verme. Su mirada me invitaba a que permaneciera a su lado para hacerle compañía. 

Parecía real y a la vez una ilusión. Me perdí en su mirada y me robó un suspiro. Me dejé llevar por sus palabras y movimientos, con ganas de que se quedara conmigo.

Mi abrí a las posibilidades que me ofrecía, a lo incierto y excitante. A pesar de los nervios y el miedo a perder, seguí a su lado.

Caminamos hacia un lugar desconocido en el servían exquisitos platos japoneses. Había reservado una mesa para estar conmigo. Sin saber qué decir o hacer, el tiempo se detuvo y nuestras miradas se encontraron.

Por alguna razón le pregunté si esperaba a alguna persona en particular y simplemente me respondió "a quien desee acompañarme", sonriendo confidencialmente.

Me miraba como si desde hace mucho tiempo deseara verme. No existen palabras para describir la emoción que sentí en aquel momento ¿Realmente le conocía o era otra persona completamente diferente?. 
Física y emocionalmente atractiva, hermosa e inusual.

Denotaba lo que alguna vez viví, lo que alguna vez sentí y lo que no conocía actualmente.

Me miraba, me sonreía y de pronto desvaneció el momento dando paso a un nuevo amanecer.

domingo, 16 de febrero de 2014

¿Sólo un sueño?

Calles trancadas, militares por doquier, algo parecido al miedo se sentía en el entorno. No por muertes, sino por secuestros no justificados de efectivos nacionales. Estando alerta caminaba por mi sector, evitando las miradas de los hombres vestidos de verde. No entendía, no comprendía qué sucedía, mucho menos lo que iba a pasar en ese momento en Venezuela. Pero era un hecho, las calles estaban militarizadas y se respiraba un ambiente tenso... Sólo pasaron unos pocos minutos, quizá unos segundos, abrí los ojos y me encontré en mi habitación.

sábado, 8 de febrero de 2014

Entre el sí y el no

No sirve estar sin estar, sentir sin sentir. Si se quiere sucederá sino habrá sido una pérdida de tiempo incluso intentarlo. ¿De qué sirve querer avanzar estando todavía en el pasado? en lo que fue o pudo haber sido. Las palabras, el discurso, las etiquetas sólo son la ilusión de algo invisible. ¿De qué sirven las categorías sino sólo para aprisionarnos?

Una relación implica la participación de dos o más personas, por lo que construir una relación, sea de pareja o cualquier otra, no depende de uno solo. Hay intereses comunes, diferencias compartidas. No digas "sí quiero" y luego esperar a que todo cambie por alguna causa inexplicable, imprevisible e invisible, no imaginada.

El orgullo no sirve para estar con alguien, sólo destruye la posibilidad de algo, algo que bien pudiera ser maravilloso. El orgullo es sólo una máscara que no te deja ser genuina, tampoco te deja amar, con locura o con razón, simplemente no lo permite. El orgullo aleja, destruye, rompe, quiebra lo más sublime del ser humano.

Culpar a otros de lo que sientes, significa que no tienes control sobre tus emociones y acciones. No asumir responsabilidad de tus actos, significa que no te importa, eres lo suficientemente egoísta o eres lo suficientemente inmaduro para enfrentar las consecuencias de tus decisiones. No involucres a otros en tus propios errores, supéralos o simplemente, déjalos pasar y continua tu camino.

Ente el sí y el no, es sólo tomar una decisión y avanzar, es aceptar las diferencias y sólo dejarse llevar, permitir que fluya ese algo que el orgullo sólo apaga. Decidir entre el sí o el no, es solamente el primer paso para construir algo, algo que no sabemos cómo será y que quizá no resulte como lo esperábamos, o probablemente sea mejor de lo que creíamos.

¿Sí o no? ¿avanzar o retroceder? ¿cerrar un ciclo o abrir una puerta?... Sólo tú decides.

lunes, 27 de enero de 2014

¿Cómo continuar?

Si me hablas, no logro entenderte. ¿Cómo lograste continuar tan rápido como si nada hubiera pasado?. Yo voy por la etapa de la resignación tratando de salir de la negación para llegar a la aceptación de algo que no podrá ser. Entonces dime, ¿Cómo lo haces?

Quizá no hayas amado lo suficiente. Quizá yo te ame más de lo que debía. No lo sé. ¿Cómo haces para seguir cuando el dolor todavía queda muy adentro? ¿Cómo entender que terminó algo que no tiene futuro y que el pasado no tiene presente?

Probablemente en algún momento lo entienda, no lo sé. Lo único que siento ahora es que hay días en los que quiero abrazarte y no soltarte, así como hay días que prefiero estar sola. La verdad no sé qué significa. ¿Acaso amar implica permanecer en un estado emocional permanente? ¿De alegrías sin sufrimientos? O ¿el dolor forma parte necesaria del amor? Lo único que tengo claro es que los límites los ponemos nosotros mismos.

Recibí una llamada tuya el día 25, del primer mes del año. Sólo una llamada que no pude atender y que tampoco devolví por temor a que me dijeras que fue una equivocación. Dicen que el miedo paraliza las acciones pero sólo puedo controlar mis acciones en estos momentos. Me limité a escribirte un mensaje, corto y conciso, sin embargo, no recibí respuesta alguna. Entonces, pensé que tu llamada sólo pudo haber sido una equivocación, un saludo o una despedida...