sábado, 8 de febrero de 2014

Entre el sí y el no

No sirve estar sin estar, sentir sin sentir. Si se quiere sucederá sino habrá sido una pérdida de tiempo incluso intentarlo. ¿De qué sirve querer avanzar estando todavía en el pasado? en lo que fue o pudo haber sido. Las palabras, el discurso, las etiquetas sólo son la ilusión de algo invisible. ¿De qué sirven las categorías sino sólo para aprisionarnos?

Una relación implica la participación de dos o más personas, por lo que construir una relación, sea de pareja o cualquier otra, no depende de uno solo. Hay intereses comunes, diferencias compartidas. No digas "sí quiero" y luego esperar a que todo cambie por alguna causa inexplicable, imprevisible e invisible, no imaginada.

El orgullo no sirve para estar con alguien, sólo destruye la posibilidad de algo, algo que bien pudiera ser maravilloso. El orgullo es sólo una máscara que no te deja ser genuina, tampoco te deja amar, con locura o con razón, simplemente no lo permite. El orgullo aleja, destruye, rompe, quiebra lo más sublime del ser humano.

Culpar a otros de lo que sientes, significa que no tienes control sobre tus emociones y acciones. No asumir responsabilidad de tus actos, significa que no te importa, eres lo suficientemente egoísta o eres lo suficientemente inmaduro para enfrentar las consecuencias de tus decisiones. No involucres a otros en tus propios errores, supéralos o simplemente, déjalos pasar y continua tu camino.

Ente el sí y el no, es sólo tomar una decisión y avanzar, es aceptar las diferencias y sólo dejarse llevar, permitir que fluya ese algo que el orgullo sólo apaga. Decidir entre el sí o el no, es solamente el primer paso para construir algo, algo que no sabemos cómo será y que quizá no resulte como lo esperábamos, o probablemente sea mejor de lo que creíamos.

¿Sí o no? ¿avanzar o retroceder? ¿cerrar un ciclo o abrir una puerta?... Sólo tú decides.

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